Thursday 4 December 2008

Miguel Ángel Martón López, Director Cooperación Internacional, Diputación de Cordoba.

“Recuerdo vivamente las imágenes, colores y olores de mi descenso en lancha por el rio Napo hasta llegar a unas comunidades en el bajo Tiputini, en pleno Yasuní. La naturaleza en su expresión más pura y virgen estaba ante mis ojos. Esta se manifestaba con más fuerza y vigor aún a medida que se entra tierra adentro. Es una maraña inexpugnable, explosión de vida. ¡Cuantos secretos contendrá! Solo sus moradores, los indígenas, han accedido a tener saber sobre ella. Ellos que viven tan lejos y a la vez tan cerca del mundo.

Es verdad que todo este mundo está interconectado, la famosa globalización. Leí hace poco que la amazonía necesitaba de los componentes de la arena venidos por los vientos desde el desierto del Sahara. Pero, sin duda, sobre toda la humnaidad nos recae, ahora, la obligación y el deber moral de proteger estos purísimos pasajes. Y ello porque es desarrollo, humano y sostenible para sus ocupantes originarios y para toda la humanidad, es vida, porque necesitamos de lo que da, su oxígeno, y es conocimiento, porque su interior atesora mucho conocimiento sobre la Naturaleza.

Esta Naturaleza es paradójica. Tan fuerte, vigorosa y salvaje cuando se, pero tan frágil y vulnerable en manos del hombre. Ayudemos todos para que no sea necesario perder ni un palmo de su riqueza. Yasuni es Oro Verde, por eso yo apoyo la campaña”.

Luis Robles, Director de Proyecto Nacional AECI (Agencia Española de Cooperación Internacional)

Alrededor del territorio Yasuní se fraguan intereses globales de muy alto calado. Es una de las zonas más ricas del planeta. A causa de algunas de sus riquezas, aquellas que tienen valor de mercado obviamente, se ha convertido en un territorio plagado de una enorme cantidad de conflictos. Las riquezas madereras y petroleras de la zona son ahora una amenaza para la supervivencia de todo el ecosistema, de los pueblos ancestrales que viven en el territorio, y también para el resto de la población mestiza, dependiente en gran medida de los sistemas económicos surgidos al amparo de la explotación descontrolada de los recursos del Bosque Yasuní.

En medio de esta vertiginosa existencia ha surgido una propuesta propia de gestión del territorio, de convivencia y de cambio. Los distintos sectores del movimiento indígena ecuatoriano y diversos colectivos sociales de habitantes de la zona, respaldados por la propuesta política incluyente y participativa que el Municipio de Fco. de Orellana viene liderando, piden a la comunidad internacional y a sus gobernantes que se les escuche, y se tenga en cuenta las propuestas locales a la hora de tomar las decisiones claves sobre el futuro del Yasuní.



Durante el tiempo que estuve acompañando los procesos de fortalecimiento local con FORMIA, desde la Secretaria de Estado para los Pueblos Indígenas (CODENPE), tuve la suerte de conocer y trabajar con algunos de estos actores locales, que a través del fortalecimiento de los procesos organizativos y participativos de la sociedad civil que habita el territorio, construye propuestas de desarrollo incluyentes y respetuosas con la tierra que les acoge.

La iniciativa de poner en marcha esta campaña por el Yasuní nace en ese escenario, un escenario de conflicto, diálogo y propuesta de cambio. Desde este espacio, quisiera hacer un llamado a todos los actores internacionales y nacionales que tengan incidencia en la zona, a escuchar. Escuchemos, sin perder la capacidad de crítica constructiva, a esta plataforma de actores locales... y acompañémosles en los procesos que ellos mísmos han puesto en marcha. Yasuni es Oro Verde.

Anita Rivas. Alcaldesa Gobinerno Municipal de Francisco de Orellana

El anuncio del actual gobierno de mantener bajo tierra el crudo del campo petrolero ITT, en territorio del Parque Yasuní, fue recibido en Ecuador con alegría y esperanza. Se trata de una propuesta respaldada por actores progresistas que han trabajado en el país durante años para alcanzar incidencia política, que conecta con las aspiraciones de quienes -desde abajo- vamos construyendo espacios de resistencia pacífica en defensa del ambiente y de los derechos económicos y sociales de todos los pueblos de la amazonía ecuatoriana, desde nuestra convivencia cotidiana con las terribles consecuencias de la explotación del crudo.

Hay muchos argumentos para mantener al petróleo del Parque Yasuní bajo tierra. Si lo conseguimos no sólo vamos a conservar un espacio megadiverso, hogar de los Tagaeri y Taromenane, sino que nos convertiremos en símbolo universal de que otro mundo es posible. Pero de verdad. El éxito de la defensa del Yasuní será un hito para superar el desafío que tiene la humanidad de contrarrestar los efectos del cambio climático.

Es muy difícil que un gobierno pueda mantener una propuesta conservacionista de esta magnitud. Ya se detectan grandes contradicciones, como la promoción del corredor multimodal Manta-Manaos, que podría convertir al río Napo en una autopista para gabarras y contenedores, destinadas al comercio entre Brasil y China, a pocos kilómetros del Parque Yasuní.

Este libro que les presentamos con las maravillas y las complejidades de nuestro territorio, que nace con el respaldo de muchos actores de todo el mundo, es como la punta de una lanza de chonta que inició su camino sin retorno, segura de acertar en su objetivo. Confiamos en el valor de este sueño que compartimos para mantener el Yasuní, Oro Verde.

Javier Retaña, Catedrático del Centro de Estudios Ecologicos y aplicaciones Forestales. Universidad Autonoma de Barcelona.

"El Parque Natural de Yasuní es una de las reservas con la mayor
diversidad del planeta. Los cientos de especies animales y vegetales
que habitan en el Parque interaccionan entre ellas permitiendo el
funcionamiento de comunidades ecológicas. Estas comunidades se
articulan en un ecosistema único en constante evolución que, no sólo
sustenta la biodiversidad local, sino que es de vital importancia para
la ecología todo el planeta. Cada uno de los individuos de cada
especie del Yasuní (incluyendo la nuestra) depende, para sobrevivir,
del funcionamiento del ecosistema que ellos mismos conforman.
Preservar estos ecosistemas privilegiados y sus especies es un reto y
una obligación para la humanidad. Como Investigador del Centro de
Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales de Barcelona,
considero no un deber, sino un privilegio, sumarme a la causa de
defensa, protección y conservación de la preciosa diversidad biológica
del Yasuní.”

Jesus Lopez Megias, CICODE (Centro de Iniciativas de Cooperación al Desarrollo)

Año 2008: uno de los últimos refugios de vida en libertad, a punto de ser dinamitado por la ambición ilimitada de las transnacionales petroleras. Una crónica muchas veces anunciada, una crónica muchas veces ejecutada. ¿Hasta cuándo? El menosprecio absoluto a la vida de animales, plantas y pueblos originarios, atraviesa de nuevo la selva. Ahora acechan al Yasuní, paraje natural de incalculable valor ecológico y morada de tres pueblos indígenas: Kichwa, Shuar y Waorani. No cabe la indiferencia ni la dilación; el tiempo juega a favor de los poderosos. Por ello, es imprescindible apoyar campañas como “Yasuni Oro Verde”, que actúan desde lo local en la tarea irrenunciable de construcción de otro mundo posible.

Ramón Bartomeus, Director de Recursos Fundación Iwith

Cuando hace año y medio Ginés Haro nos empezó a hablar de “Desafíos Globales y Ciudadanos Globales” pensamos que este movimiento merecía el soporte de Iwith.org, y desde entonces hemos tenido el privilegio de colaborar con un equipo que se caracteriza por su tenacidad y su exquisito buen hacer. Ahora con la presentación del Yasuní Oro Verde su éxito se convierte en una de nuestras causas destacadas.

Mas allá de la entrañable historia del proyecto, la conservación del Yasuní no puede verse como una más de las causas que ayudamos a defender, si no como una cuestión de ámbito planetario, de transcendencia vital para las generaciones que nos siguen.

Nadie debe pensar que es una cuestión ecuatoriana o amazónica, así que usando las Tecnologías de la Información y la Comunicación y tomando palabras del movimiento Idún, vamos ha hacer lo posible para “inspirar, educar y fomentar a las personas y organizaciones para que adopten y fomenten nuevas formas de comportamientos individuales y colectivos con el fin de que todos en nuestro planeta podamos disfrutar de un estilo de vida saludable y sostenible.”

Lourdes Tiban, Secretaria de Estado para los Pueblos Indígenas(CODENPE, Consejo de Nacionalidades y Pueblos del Ecuador)

“Desde siempre los pueblos y Nacionalidades Indígenas del Ecuador, y del mundo, hemos sido los “pachakamas de la biodiversidad” (los que día a día cuidamos responsablemente la biodiversidad). Más aún, cuado recientemente comenzamos a escuchar lo trascendental que implica ponernos a cuidar con mayor responsabilidad la biodiversidad, no solo para enfrentarnos al tan difundido cambio climático, sino porque es nuestro compromiso trabajar para dar una vida segura a la presente y futura generación.

Para el CODENPE, cuidar, defender y fortalecer la propuesta “Yasuní: Oro Verde”, a través de una campaña internacional de promoción del Parque Nacional Yasuní, es una de las acertadas formas de crear conciencia en el ámbito local, nacional e internacional, donde las Instituciones, ONGs, organizaciones de la sociedad civil, y principalmente los que se dedican a la actividad extractiva de los recursos naturales, se den cuenta de que el Parque Yasuni, no solo es de color verde, que hay muchas plantitas y es un bosque común y corriente. Se tiene que difundir y concienciar que es un bosque único en el mundo, porque alberga el mayor número de especies de árboles por hectárea del mundo, pero que además, al interior de ese territorio verdoso viven nacionalidades indígenas como los Huaoranis, los Shuar, los Kichwas y otros grupos autodefinidos como no contactados.

Esperamos que esta campaña de difusión “Yasuní Oro Verde” permita disminuir los impactos de las actividades extractivas como la deforestación, contaminación, desaparición de especies, destrucción del tejido social, pero principalmente eviten la destrucción y desaparición de las culturas y formas de vida humana ancestral que concomitante a esta lucha se esta pidiendo que la nueva Constitución Política del Estado lo reconozca bajo la tesis política de la Plurinacionalidad.”